AMY WINEHOUSE. CAMDEN TOWN, LONDON

Amy Winehouse encontró en Camden Town su refugio creativo y su perdición. Este barrio del norte de Londres, con su mezcla caótica de mercados alternativos, clubes de música y tatuadores, se convirtió en el escenario perfecto para el alma rebelde de la artista. Aquí, entre puestos de moda vintage y fachadas victorianas, Amy forjó su leyenda.

La cantante llegó a Camden en 2003, recién firmado su primer contrato discográfico. Pronto adoptó el barrio como su territorio: compraba discos en Camden Market, bebía en el Hawley Arms (donde ocasionalmente servía pintas) y se tatuaba en los estudios de la calle Camden High Street. Su look icónico –peinado beehive, eyeliner grueso y tatuajes– parecía extraído directamente de la estética rockabilly que permeaba el barrio.

Pero Camden también fue testigo de sus luchas internas. En sus calles, los paparazzi capturaron sus momentos más frágiles, mientras que el pub The Good Mixer se convirtió en el símbolo de sus batallas contra las adicciones. Tras su muerte en 2011, Camden rindió homenaje a su musa más famosa con una estatua en Camden Market, donde fans de todo el mundo siguen dejando flores y mensajes.

Hoy, el espíritu de Amy perdura en cada rincón del barrio – desde los bares donde solía cantar hasta el banco del canal donde se sentaba a escribir letras. Camden fue su santuario y su trampa, el lugar donde una joven de voz prodigiosa se convirtió en mito.

-Tamaño: 297×210 mm.
-Impresión digital sobre papel verjurado de 300 gr.